Aunque hay diferentes métodos para su eliminación la evidencia actual es que el mejor método para su eliminación o atenuación es el tratamiento con láser Q switched de pulso ultracorto.

La mayoría de equipos para eliminar tatuajes cuentan solamente con dos longitudes de onda 1064 y 532 nm. Nuestro láser trabaja con longitudes de onda de 1064, 532, 582 y 650 nm en modo Q-switched de 5ns para un efecto fotomecánico eficaz lo que nos permite trabajar sobre toda la gama de colores. 

La base del tratamiento de los tatuajes con láser Q-switched es fragmentar las grandes “gotas” de tinta de la dermis (que por su tamaño no se pueden filtrar a las capas más internas) en “gotitas” más pequeñas que si reducimos mucho su tamaño se podrán filtrar por el sistema linfático y desalojarlas de la piel recuperando su color previo

Tras limpiar la zona que vamos a tratar (conviene estar rasurada) se aplican pulsos con la longitud de onda correspondiente al color que queremos eliminar.

Si se siente alguna molestia se puede aplicar frío local o cremas anestésicas.

Tras la sesión es conveniente evitar la exposición solar directa de la zona tratada, así como usar fotoprotección y cremas antibióticas y antiinflamatorias durante unos días para evitar posibles efectos adversos

Es IMPORTANTE SABER que suelen ser necesarias varias sesiones dependiendo de factores como el color (unos colores responden mejor que otros), la extensión, la profundidad de la tinta o incluso la calidad de ésta.

Con la escala de Kirby-Desai se hace una aproximación de las sesiones necesarias para la eliminación de cada tatuaje. 

Para volver a tratar la misma zona hay que dejar que se recupere la zona tratada, es decir de 6 a 10 semanas.

El precio depende de la extensión y los colores implicados (ver lista de precios)

CONTRAINDICACIONES: las contraindicaciones generales del láser